Elvira Urrutia Castro, directora general del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM), fue invitada a participar en Lear Talk, un canal interno de comunicación implementado por Lear Corporation, donde habló de la importancia de la redistribución del trabajo de los cuidados.
A través de la conferencia virtual “Suelo pegajoso: La carga invisible de las mujeres”, la titular del IMM compartió información sobre el trabajo de los cuidados como una responsabilidad compartida, con ello, brindó herramientas que promueven la reflexión entre el personal de la empresa.
El suelo pegajoso es un concepto que describe las barreras invisibles que impiden a las mujeres avanzar en su desarrollo profesional y económico. Este fenómeno está relacionado con la división sexual del trabajo que, a su vez, es un reflejo de los roles y estereotipos de género.
Al respecto, Urrutia Castro explicó que los estereotipos de género reflejan ideas culturales de los rasgos, dinámicas y comportamientos socialmente asignados a los hombres y a las mujeres de manera diferenciada.
“Esta diferenciación implica la idea errónea de que los hombres y las mujeres deben desempeñar ciertos papeles en la sociedad, autojustificando con ello todos los comportamiento que se supone que deberían ser; por ejemplo, la división sexual del espacio y el trabajo, que nos dice qué actividades corresponden a cada género, tanto en lo público como en lo privado”, agregó.
En relación con lo anterior, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT, 2019), es importante destacar que las mujeres dedican un promedio de 39.7 horas a la semana al trabajo en el hogar, lo que representa más del doble de tiempo en relación al que invierten los hombres; es decir, 15.2 horas a la semana.
En este sentido, la sobrecarga de trabajo asignada a las mujeres en un reflejo de los roles de género que, a su vez, se relaciona con el suelo pegajoso, ya que esta situación representa para ellas una dificultad para poder acceder a mejores condiciones laborales o educativas.
Por ello, destacó la titular del IMM, es importante que el cuidado se vea como un derecho compartido; que se reconozca como un trabajo visibilizado y remunerado y se reduzca la carga de los cuidados mediante la redistribución equitativa de las tareas y responsabilidades del hogar entre hombres y mujeres.
“Reconocer, reducir y redistribuir equitativamente las responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres, así como entre el sector público, privado y familiar es fundamental para lograr una mayor equidad en las tareas de cuidado y mejorar la calidad de vida de las mujeres en el ámbito público, el trabajo reconocido y el aumento de la autonomía económica”, puntualizó Urrutia Castro.